Para disfrutar del paraíso no hace falta hacer largos viajes, no es necesario preparar grandes equipajes ni pasar un día entero enclaustrado en un avión, el paraíso está muy cerca… si lo que necesitas es perderte en un lugar idílico, bello, tranquilo… puedes hacerlo en uno de los lugares más desconocidos de Extremadura.
Entre Hurdes y montes fronterizos con Salamanca y Portugal, se encuentra un paraíso extremeño, la gran desconocida Sierra de Gata, un lugar de paisajes infinitos que se visten de bosques, de castaños y olivos salpicados por hermosos pueblos medievales, auténticos tesoros de pizarra, barro, granito y madera, materiales que les otorga un carácter único que transporta al visitante a épocas pasadas.
El aislamiento geográfico de estos pueblos ha propiciado que se conserve hasta nuestros días La Fala, una lengua hablada por sus habitantes y que mezcla voces del galaico-portugués y el astur-leones y que es única en el mundo, dando a la Sierra de Gata una fuerte identidad.
Estas características poblaciones que se esconden entre las montañas de Sierra de Gata son cinco, cinco tesoros arquitectónicos que se comunican entre ellas con carreteras serpenteantes que no restan ni un ápice el encanto que rodea a la zona.
Los pueblos que no se pueden dejar de visitar en la Sierra de Gata son Trevejo, San Martín de Trevejo, Hoyos, Gata y Robledillo de Gata, de cada uno de ellos habría mucho que contar, pero eso da para otro artículo, hasta pronto.