Las Rutas Gastronómicas se centran sobretodo en la realidad de una tierra donde era mas sencillo buscar una solución y una forma especial para obtener diferentes productos y diferentes platos, que desplazarse a alguna gran urbe a encontrarlos, esto ha creado una gastronomía peculiar que se basa en productos de la propia tierra y una ganadería recurrente a el tipo de terreno que tiene esta Sierra con encanto.
Entre todos los majares podemos destacar el aceite de oliva obtenido con el tradicional molino de piedra, los sabrosos cabritillos y sus magníficos quesos de tan rica leche, los embutidos de la zona que siempre son una sorpresa para el paladar de todos los visitantes, la ensalada de naranja tan peculiar y especial o el vino exprimido de las uvas que han crecido en los bancales y terrenos abruptos de la Sierra de Gata y las Hurdes.
Las rutas gastronómicas siempre explican una forma de vivir y unas necesidades que la propia tierra exige a los lugareños durante los años y años, además esta Sierra a convertido sus pueblos en propios museos de historia ya que no han cambiado apenas en siglos y esto hace que sea muy fácil entender como la sabiduría de un pueblo entre sierras ha ido evolucionando para hacer la vida un poco mas sencilla.
La época del año también nos aporta diferentes frutos y alimentos, en otoño podemos ver como los castaños maduran y nos dan la magnifica castaña de la sierra que es asada en el propio suelo pedregado de los pueblos y nos acerca a cuando todo se hacia de forma cercana y las puertas de los pueblos siempre estaban abiertas.