La Sierra de Caceres es una zona natural muy desconocida para muchas personas incluso de la propia comunidad extremeña, es cierto que si preguntas a la gente normal por las Hurdes o Sierra de Gata lo normal es que no sepan gran cosa y si eso te nombran a las Hurdes por Buñuel o el Ciripolen y poca cosa más.
Durante mucho tiempo fue una zona de paso entre las dehesas y las frontera con Portugal donde la vida fue difícil por su orografía abrupta, sus tierras de complejo cultivo en terrazas y sus humildes gentes que sobrevivían en pequeños pueblos que sacaban provecho de cualquier cosa que la tierra pudiera aportar.
De aquí el uso de pizarras para la construcción de sus pueblos y casas tan característico de la zona o esos pueblos tan auténticos con sus riachuelos atravesando o sus molinos de aceite movidos por la fuerza hidráulica como el de Trevejo por ejemplo.
No debemos olvidar que en estas zonas existieron minas romanas y fueron zonas de gran calado histórico por su la presencia de los vetones, los árabes antes de la reconquista o diferentes noblezas que hicieron importante la Sierra aunque el tiempo no haya pasado en vano y muchas de las construcciones o de los pueblos que antaño eran importantes ahora están olvidados y enterrados entre la maleza del bosque que siempre recupera lo que es suyo.
De la misma manera como si fuera un reducto de tranquilidad para la naturaleza este olvido entre comillas ha creado que toda la Sierra de Gata y las Hurdes sean un lugar ideal para la ornitología y el conocimiento natural ya que durante los siglos ha tenido muy pocos cambios. Muchas de las formas para llegar a muchos pueblos siguen siendo las carreteras de toda la vida y todavía es normal que muchos lugareños tomen rutas rurales para llegar de un pueblo a otro para acortar las distancias.