Como cada año sobre estas fechas empieza la llegada del verano en Hurdes y Sierra de Gata y pasamos de la explosión de vida de la primavera a la propia adolescencia de la naturaleza cogiendo fuerzas para la llegada del otoño y el invierno que son más pausadas e inertes donde tienes que estar preparado para una nueva vuelta del ciclo de la propia vida.
El buen tiempo y el clima favorable son necesarios para que la propia vida natural de la Sierra norte de Caceres sea un oasis de biodiversidad y de tener recovecos especiales para la vida de muchas especies que tienen en las Hurdes y en la Sierra de Gata su lugar de desarrollo.
Cuando realizamos rutas por senderos y caminos de montaña nos podemos encontrar infinidad de ejemplos de esta vida que florece de forma que ves como crece por momentos y que hacen que cada día sea diferente dentro de un enclave mágico y tan especial como esta Sierra que nos sigue sorprendiendo aunque seamos guías locales y hayamos vivido la gran parte de nuestra vida en esta abrupta pero especial parte de la piel de Toro.
Son muchos los que nos visitan y se sorprenden de la belleza y cantidad de lugares que hay por conocer haciendo de las Hurdes y la Sierra de Gata una gran desconocida para la gran parte de nosotros. Siempre te deja con la boca abierta ya que esperas otra cosa, esperas un paisaje más acorde con lo que la idea de Extremadura se suele tener.
Ciertamente es un lugar que en verano en especial es cautivador ya que se puede disfrutar de su buen clima pero también de sus bosques densos que dan cobijo o de sus pozas naturales y sus ríos que discurren sinuosos por laderas y cascadas y caídas que hacen de este lugar, un lugar digno de visitar.