La idea que se tiene de la Sierra de Gata en verano es muy diferente de lo que en realidad tiene para explorar la Sierra de Caceres en la época estival donde podemos encontrar infinidad de aventuras que nunca te hubieras imaginado descubrir en toda la zona que recorre Las Hurdes y la Sierra de Gata donde se juntan y entremezclan haciendo que el paisaje cambie por cada curva de los senderos de la serranía.
Siempre encontrarás a sus gentes hablando por las callejuelas de canto rodado como en Robledillo o poder conocer piscinas naturales solitarias donde hacer un picnic y darte cuenta que estos lugares no tienen nada que envidiar a una piscina en un yate sino todo lo contrario. Bosques que ocultan espacios de encanto que no encontrarías sin la ayuda de los lugareños o poder conocer los sitios históricos que se encuentran en las cimas y los riscos o comidos y ocultos por la fuerza de la naturaleza.
Conocer Sierra de Gata en verano es conocer la tradición perpetua de los pueblos que durante mucho tiempo cogían la pizarra de la Sierra para poder edificar o ver lo complejo de las terrazas para poder cultivar y sacar un sustento con el que poder pasar el duro invierno que siempre esta un día más cerca.
Esta tierra sigue teniendo secretos incluso para los propios habitantes de los pueblos que descubren nuevos hallazgos que nunca se hablaron o no lo suficientes para que terminasen siendo conocidos y por eso esta Sierra sigue virgen e indomable seguramente porque nadie quiso domarla o por que si lo intentaron no lo hicieron por suficiente tiempo.
Una Sierra que sabe lo que fue vivir del contrabando con Portugal y tener que llevar los excedentes a pueblos y comarcas lejanas y así adquirir muchas de las cosas que necesitaban.
En definitiva una tierra que es un destino perfecto durante todo el año y si es en verano pues mucho mejor.